Proveniente de la expresión inglesa Business-to-Consumer, o “Negocio a consumidor”, el comercio electrónico B2C es la actividad que incluye las estrategias y transacciones comerciales desarrolladas vía Internet entre una tienda y un consumidor final.
Si bien es cierto que el comercio electrónico B2C tuvo su auge inicial a fines de la década de los 90, gracias al uso masivo de Internet en los países del primer mundo, desde entonces su crecimiento ha sido exponencial, alcanzando prácticamente todos los rincones del planeta.
En la actualidad, el comercio electrónico B2C se presenta en cinco grandes modelos:
- Vendedores directos: en general, es el más conocido ya que abarca las tiendas en línea donde los consumidores pueden comprar directamente los productos o servicios ofrecidos.
- Intermediarios en línea: en esta versión del B2C, aparecen los intermediarios para poner en contacto a los compradores con los vendedores, sin tener ellos mismos los productos o servicios en cuestión.
- Basados en la publicidad: este modelo del comercio electrónico emplea contenido gratis de alta calidad para atraer visitas al sitio Web y de esta forma, vender productos y servicios al consumidor.
- Fundados en la comunidad: desde esta perspectiva, el B2C se sirve de las comunidades construidas en torno a intereses comunes para ayudar a los publicistas a ofrecer sus productos o servicios.
- Establecidos a partir de una cuota: desde este modelo de comercio electrónico, los sitios se dirigen directamente al consumidor para cobrar una suscripción por el acceso a su contenido.
En cualquiera de sus modalidades, el éxito del e-commerce B2C depende, en gran medida, del nivel de satisfacción ofrecido al cliente. Para lograr una experiencia gratificante debe brindarse garantías, despertar confianza y proporcionar distintas modalidades de pago, entre muchos otros factores.
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